En un entorno donde cada compra, servicio y suscripción se digitaliza, la tecnología se ha convertido en un factor determinante de nuestro presupuesto diario. Desde cadenas de suministro globales que abarcan continentes hasta plataformas de pago instantáneo, nuestros bolsillos sufren y se benefician a partes iguales de los avances tecnológicos.

Crecimiento económico del sector TIC y su repercusión global

La industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) representa hoy uno de los motores más potentes de la economía mundial. Según Crédito y Caución, la producción de bienes electrónicos crecerá un 6,7% en 2025 y un 4,0% en 2026. Asia-Pacífico lidera este auge con un 8% de crecimiento en 2025, mientras que Europa apenas alcanzará el 1%.

Componentes como semiconductores y placas electrónicas impulsan esta expansión: se espera un incremento de más del 10% anual en ventas de chips durante los próximos dos años. No obstante, la saturación en la fabricación de dispositivos y la dependencia entre Estados Unidos y China plantean riesgos que podrían traducirse en volatilidad de precios en productos de consumo.

La digitalización y la economía doméstica

El Plan Digital 2025 en España prevé que la digitalización eleve el PIB en un 3,2% y genere 250.000 empleos adicionales. Además, la Década Digital de la Unión Europea podría desbloquear beneficios económicos de hasta el 1,8% del PIB comunitario. En este contexto, los hogares observan cambios visibles:

• Reducción de costes operativos mediante facturas electrónicas y domótica inteligente.
• Mayor eficiencia en la gestión de suministros y suscripciones.
• Acceso a servicios financieros digitales que optimizan el ahorro.

Al mismo tiempo, exigen nuevas habilidades y formación continua para aprovechar plataformas de teletrabajo, e-learning y banca móvil, que ya es el canal principal para la mayoría de los consumidores.

Transformación de sectores clave

Las telecomunicaciones mantienen un crecimiento moderado del 2,9% anual hasta 2028, aunque el ingreso medio por usuario (ARPU) cae un 2% cada año debido a la competencia y los costes operativos. Sin embargo, el Internet de las Cosas (IoT) duplicará sus ingresos, especialmente en el sector automotriz, donde se prevén 34.100 millones de dólares en 2028.

En el sector financiero, la incorporación de IA generativa ha permitido a empresas como Klarna ahorrar 40 millones de euros al año gracias a la detección automática de fraudes y la optimización de servicios al cliente. Y en salud, la telemedicina y soluciones basadas en IA han convertido un mercado global de 300.000 millones de dólares en una fuente de ahorro y calidad para pacientes y sistemas sanitarios.

Riesgos emergentes y desafíos sociales

El avance digital no está exento de amenazas. El aumento de ciberataques ha dado lugar a la denominada «catástrofe digital», donde empresas e instituciones quedan paralizadas tras el secuestro de datos. Los costes por rescates y recuperación pueden elevarse hasta millones de euros en pocas horas.

Por otra parte, la brecha digital entre países desarrollados y naciones con menos recursos estanca el acceso a servicios básicos y agrava la desigualdad. Mientras unas economías disfrutan de telemedicina y plataformas educativas, otras luchan por asegurar conectividad mínima.

• Ciberataques y rescates informáticos
• Desigualdad en acceso a tecnología
• Dependencia de cadenas globales

Mirando al futuro: tendencias tecnológicas 2025 y más allá

La madurez de la IA generativa revolucionará procesos de selección de personal, scoring crediticio y atención al cliente. Paralelamente, la expansión de redes 5G, con un cuarto de las suscripciones móviles en 2026, permitirá soluciones de telemedicina en tiempo real y ciudades inteligentes.

La robótica y la automatización prometen automatización y robótica mejorarían productividad en industrias tradicionales y nuevos modelos de negocio, mientras el gasto en ciberseguridad sigue en auge para proteger datos sensibles y sistemas críticos.

• Automatización industrial más eficiente
• Redes 5G habilitando servicios avanzados
• Protección de datos reforzada

Conclusión: cómo adaptarse y aprovechar

Para convertir estos cambios en oportunidades, las familias y empresas deben apostar por la formación continua, invertir de manera responsable en tecnología y priorizar soluciones seguras y sostenibles. Asimismo, es vital mantenerse informados sobre riesgos cibernéticos y diversificar las fuentes de suministro.

Al equilibrar inversiones y precauciones, podremos disfrutar de un presente más cómodo y un futuro donde la tecnología refuerce tanto nuestro bienestar como nuestra economía.